10 ago 2014

Generación de oro, también en compromiso

              


Cuánto que agradecer a los Pau Gasol, Navarro, Felipe Reyes... A toda esta magnífica generación que nos maravilla y representa mundialmente, a través del baloncesto, desde 1999, año en el que se inició la mejor generación de nuestra historia. El compromiso mostrado hacia el combinado nacional es inmenso y lo demuestran verano tras verano, y es triste que a veces no se les valore como se debiera. Su ejemplo para los que están alrededor o los que vienen desde abajo, es de un valor incalculable.

A menudo nos quejamos de determinados comportamientos morales de los deportistas de alto nivel. Vemos incomprensible que primen firmas de contratos, a costa de sacrificar campeonatos por miedo a malas actuaciones, ya sean individuales o colectivas, o a una posible lesión, lo que, conllevaría una posible pérdida millonaria en algunos casos, ya no solo con sus clubes, sino con la marca que les viste. 

Todo esto viene a consecuencia de la reciente renuncia de Kevin Durant, máxima figura de USA, a su participación en el Mundobasket 2014 que se celebra en España. Y lo hace tras varias semanas de concentración y entrenamientos y a pocos días del comienzo del campeonato. Según expresó mediante un comunicado, las razones son "por fatiga física y mental y pensando en la próxima temporada de NBA". Se podría añadir que en su decisión hay miedo a una posible lesión, sobre todo viendo la sufrida por su compañero Paul George, la cual le tendrá alejado de las canastas todo un año, o también especular si el contrato multimillonario que parece va a firmar con la marca Under Armour tiene algo que ver en ese miedo.  Vaya por delante que está en todo su derecho de decidir si quiere ir o no y eso no es criticable, lo criticable es el momento en el que lo comunica y las consecuencias que provoca, para sus compañeros, su país y para los aficionados, no solo los seguidores americanos. ¿Qué pensarán aquellos que hayan comprado entradas para verle jugar en nuestro país, pensando que era una ocasión única? Pues que se quedan con la miel en los labios. ¿Os imagináis que hubiera pasado si en los JJ.OO. de Barcelona, Jordan hubiera hecho lo que Durant ahora?

Si echas la vista atrás y buceas en campeonatos anteriores te das cuenta que Durant no es el primero que renuncia, ni será el último seguramente, hay miles de ejemplos, sin ir más lejos otro NBA, Kevin Love, este verano renunció estando en la lista de seleccionados y habiendo dado su palabra tiempo atrás, pero al verse envuelto en rumores de traspaso, prefirió bajarse del barco, cierto que antes de ponerse en marcha. O Tony Parker y Joakim Noah con Francia para este mundial, aunque el compromiso del primero es incuestionable. O en su día los Stojakovic, Divac en Serbia, renunciando a varios campeonatos, más pendientes de la NBA que de su selección.
Si desde un principio Durant da esas explicaciones la gente le hubiera apoyado y se las hubiera creído a pies juntillas. Nadie podría discutirle cierto cansancio o incluso saturación de partidos, tras una larguísima temporada, pero diciéndolo en este momento sus motivos provocan muchas reticencias entre sus seguidores y aficionados al baloncesto en general. 
Al final lo que se debe criticar no es la acción en sí, sino el momento y las formas que eliges para llevar algo a cabo. 

Lo que podemos sacar de todo esto y viendo tantos ejemplos y más que habrá, como ya expresé al comienzo, es la increíble fortuna que hemos tenido con esta selección y estos jugadores y que estamos en la obligación de disfrutarlos, porque nunca sabremos si volveremos a ver algo igual o parecido.


Medalla de oro. Mundial de Japón 2006.

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