16 feb 2015

No fue un All Star más


Las temporadas NBA se caracterizan por llevar los equipos un ritmo frenético de viajes, entrenamientos y partidos, sin embargo todos los años por estas fechas, la liga se toma un respiro y es lo que conocemos por el "All Star Weekend". Un fin de semana de relax para todos ellos, jugadores, entrenadores y árbitros que aprovechan para cargar pilas para el tramo final de temporada y para divertirse de diferentes maneras. 
Este año el evento se ha celebrado en un lugar especial, Nueva York, con la ayuda de Brooklyn. Un lugar mítico como el Madison Square Garden acogería el partido de las estrellas el domingo, mientras que el Barclays Center de Brooklyn sería el lugar para celebrar el partido del viernes y los concursos del sábado.

Este evento sirve también como promoción para la NBA de manera internacional y ponen toda la maquinaria publicitaria en funcionamiento. Las televisiones tienen un papel principal en esta tarea, miles de promos durante todo el fin de semana, así como la utilización de los propios jugadores en numerosos spots publicitarios, ya sea para la cadena en concreto o para la marca deportiva que les viste. Las redes sociales como no podía ser de otra manera, también tienen su función dentro de este engranaje de publicidad. Se prevee que el impacto económico en la ciudad al término del All Star será de unos 200 millones de dólares aproximadamente.
Pero no todo es show en éstos días, los jugadores aprovechan para reunirse y tomar decisiones dentro del sindicato de jugadores. En esta ocasión han tomado la decisión de nombrar a Lebron James vicepresidente de la asociación, la cual está presidida por Chris Paul. Pesos pesados siendo portavoces de toda la profesión de cara a futuras negociaciones con los dueños de las franquicias y el comisionado de la NBA, Adam Silver. Ya se van posicionando los jugadores y los dueños en puntos algo alejados, por lo que se puede vislumbrar tensas negociaciones en próximos veranos.

El show como cada año comienza el viernes con el partido de Rookies (jugadores de primer año) y sophomores (jugadores de segundo año), con la novedad este año de unir en un mismo equipo a ambos, pero separándolos por nacionalidades, así el partido sería un USA contra el Resto del Mundo. Todo esto con la idea de dotar al partido de algo más de interés para el aficionado y de "seriedad" para los jugadores que lo disputan tocándoles el sentido patriótico, sobre todo en el caso de los americanos. Sin embargo, el partido fue más de lo mismo, una pachanga con poco interés y cero intensidad, donde lo más destacado fue ver la actuación del ex- madridista Nikola Mirotic y que el MVP del partido fue para el rookie de Minnesota, Andrew Wiggins. El partido cayó del lado del Resto del Mundo. 
Y llegaba el sábado. El día de los concursos. La expectación creada alrededor del concurso de triples en concreto era altísima. Pero vayamos por partes. El primer concurso que tiene lugar es el "Shooting Star", éste consiste en hacer equipos de tres, compuestos por un ex jugador, un jugador y una jugadora en activo, y se reparten tres zonas de tiro, acabando el recorrido en el centro del campo, desde donde uno de ellos tiene que anotar para parar el crono. Por tercer año consecutivo los ganadores fueron el Team Bosh compuesto por: Chris Bosh, Swin Cash y Dominique Wilkins.
Una vez acabado, el siguiente concurso en celebrarse sería el "Skills Challenge". Consistía en enfrentar a los participantes de dos en dos, a través de un recorrido haciendo zig-zags, pase de pecho, bandeja y finalmente un tiro de tres. Eliminatorias directas y al final el vencedor fue un sorprendente Patrick Beverley. Ganador con más pena que gloria, pero ganador.
Y llegaba el plato fuerte de la noche. Cierto que el concurso de mates siempre ha sido lo más esperado históricamente en este evento, sin embargo la trayectoria de estos últimos años ha provocado el desinterés de los aficionados en ese concurso y el fijar los ojos y las esperanzas en el de triples, y éste año con más razón que nunca. Un reparto estelar. Los mejores tiradores del planeta. Todos y cada uno de ellos eran los deseados por la afición. Unos cañoneros que lo demuestran partido tras partido peleando por ser el rey de los demás.
De izqda a dcha: Klay Thompson, James Harden, Marco Bellinelli, Kyle Korver, J.J. Reddick, Wesley Matthews, Stephen Curry y Kyrie Irving.

Estaban todos, no faltaba nadie. El funcionamiento del concurso, sencillo. Cinco carros con seis balones en cada uno de ellos y el último de cada carro tricolor (valor doble). La novedad de este año, uno de los carros estaba compuesto íntegramente por balones tricolor y cada participante decidía en qué lugar ponerlo. Los tres que mayor puntuación obtienen, pasan a la ronda final. 
Una ronda preliminar bestial con 5 de ellos por encima de los 20 puntos. Quizás la decepción Kyle Korver, el que para muchos es el mejor triplista de la NBA y el principal favorito para hacerse con la corona de "Rey del triple" no logró una buena puntuación y no pasó a la final. Los finalistas: Kyrie Irving, ganador en 2013, y por otro lado los "Splash Brothers" (Stephen Curry y Klay Thompson). Para Curry era su cuarta participación y solo en una de ellas había logrado pasar a la ronda final, y vaya si la aprovechó. Abrió el fuego Irving, empeorando la marca de la ronda anterior y quedando descartado para ser el ganador. Tras él Curry, a la postre ganador claro del concurso. Una serie delirante. Al alcance de muy pocos en la historia. De hecho con su serie de 13 triples anotados de manera consecutiva lograba la segunda mejor marca de la historia en ese ámbito, por detrás solo de Craig Hodges que logró 19. Sus 27 puntos finales también son una marca histórica, pues es la segunda más alta de la historia, superada una vez más por el propio Craig Hodges. Su "hermano" Klay saldría tras él, pero poco pudo hacer ante la exhibición ofrecida minutos antes por Curry.





Y así llegábamos al final de la noche. El fin de fiesta como es habitual corría a cargo del "Sprite Slam Dunk". Pocas esperanzas, pero con la satisfacción de haber visto un concurso de triples histórico. Qué errado era nuestro pensamiento. Los participantes:


Ninguna estrella acudía al rescate de este concurso. Dos rookies (Antetokounmpo y Lavine) y dos sophomores (Plumlee y Oladipo). Las pocas ilusiones de ver algo potable en manos de Oladipo y Lavine. La incógnita era Antetokounmpo y el que sobraba Plumlee.
Éste último fue el encargado de dar el comienzo al concurso con un mate del montón. A continuación, el griego Antetokounmpo que apareció con la bandera de su país y con una pléyade de mujeres vestida de la manera tradicional griega, como si fuera el héroe de la película y se quedó en un simple actor de reparto y de los malos, ya que no pudo llevar a cabo su primer mate de la noche tras los tres intentos. Dejaba paso a Victor Oladipo que aparecía con sombrero y cantando el célebre "New York, New York" de Frank Sinatra. Primer intento fallido, que nos hacía imaginar que si lo conseguía sería un mate histórico y a la tercera fue la vencida. Un mate sencillamente espectacular y que quedaría en nuestra retina durante mucho tiempo. Algo nunca visto antes. Un mate de espaldas, a dos manos, aro pasado y previo a todo esto dando un giro de 540º en el aire. El pabellón en pie. Los jueces rendidos y puntuación máxima para él. Un 50 merecidísimo. Solo esta acción mejoraba años enteros anteriores. Ya había merecido la pena aguantar. Pero habría más, mucho más. 
Zach Lavine, compañero de Ricky Rubio en Minnesota, hacía acto de aparición en la pista. Mientras Ricky en twitter ya avisaba que su compañero tenía algo preparado brutal y que mejoraba lo visto de Oladipo en el mate anterior. Se despojaba de su camiseta de equipo y dejaba a nuestra vista la mítica camiseta que Michael Jordan llevaba en el film "Space Jam" y que a él le había inspirado y marcado para convertirse en jugador de baloncesto, de fondo la música de la película, obvio. Agarraba el balón y a la primera, sin avisar, sin dejarnos pistas, nos ofrecía un mate increíble. Balón al aire, lo agarra, se lo pasa entre las piernas, con una mano y la hunde aro pasado con la mano contraria. Visualmente perfecto. En cámara superlenta, más que perfecto. 50 para él también. Y Ricky vaticinaba en twitter que aún no habíamos visto nada... 
En el segundo mate de la primera ronda mismos resultados para los dos primeros. Tanto Plumlee como Antetokounmpo pidieron ayuda a sus respectivos hermanos y ambos nos ofrecían un mate sencillito y sin imaginación. Aparecía de nuevo Oladipo. El listón a estas alturas, quién nos lo iba a decir, por las nubes. Se acercaba con el balón a su ídolo de infancia, el gran Hakeem Olajuwon, para que se lo firmara. A su vez le pedía ayuda a su compañero de equipo Elfryd Payton. Balón a su compi, desde la esquina de la pista uno tras otro, se la deja golpeando en el canto del tablero y Oladipo la agarra haciendo un 360 en el aire y matándola contra el aro. Bonito, pero con lo visto previamente, insuficiente. Turno para Lavine. Ya con su camiseta de equipo y virtualmente clasificado para la ronda final, nos regalaba otro mate histórico. Si con el primero ya teníamos reminiscencias de Vince Carter, tras éste lo veíamos de cuerpo presente, pero con varios años menos. Un mate bestial que provocaba el delirio de los aficionados en el pabellón y seguro que de todos y cada uno de los que lo estaban viendo en sus casas. De nuevo balón al aire, lo agarra con la izquierda y se la pasa a su mano derecha por la espalda para terminar hundiéndola en el aro. Y a la primera de nuevo. Plasticidad, elegancia y perfección en estado puro. Si ya lo decía Ricky... Ya teníamos ganador independientemente de lo que pasara en la final. En la ronda final con las expectativas disparadas, el nivel fue inferior, pero claro cuando ves la excelencia en algo solo te conformas con eso.  Oladipo no tuvo acierto en sus intentos y tuvo que cambiar uno de ellos y Lavine nos regaló dos mates parecidos, uno con la ayuda de Wiggins y el último con la ayuda de Shabazz Muhammad, dos compañeros de equipo. Dos mates de nivel inferior, pero daba igual. Oladipo y sobre todo él, que terminaría ganando, habían conseguido renovar la ilusión de la gente con respecto a este concurso para varios años más. Una resurrección en toda regla. Y así acababa el sábado, ya solo quedaba el partido de los "mayores", el "All Star Game".




El partido del domingo también ha ido perdiendo interés y sobre todo competitividad año tras año. El foco de interés estaba puesto sin lugar a dudas en el duelo histórico de los Gasol. En ese salto inicial que llevarían a cabo y que sería un momento histórico para ellos y para el deporte español. Un hito que nunca podríamos haber imaginado que sucediera. El partido era lo de menos. Y así fue. 


Partido sin historia. El Oeste se volvió a llevar la victoria con un Westbrook estelar y que se alzaría con el MVP. Los 40 puntos anotados, sus credenciales. Varios récords logrados como nº de triples anotados e intentados, máxima anotación de un jugador en una primera parte o mayor puntuación combinada de la historia de los All-Star. Todo esto da fe de la poca tensión competitiva.
El próximo será fuera de Estados Unidos, en Toronto. Así se puso fin a la fiesta del baloncesto, se apagaron las luces, pero solo del Madison, porque ya se sabe que Nueva York es la ciudad que nunca duerme.






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